23 mar 2011

Desde que empecé a subir noticias/artículos sobre la agresión en cualquiera de sus formas, de la emocional y psicológia, a la física, he tenido muchas más visitas y supongo que alguna de ellas, incluso los leyó, supongo que la conclusión es que es un tema que interesa y seguramente porque se da más frecuentemente de lo que pensamos.

Algunas direcciones:

MUJERES EN RED  900 19 10 10 Gratuito 24h
SOS AYUDA MALTRATO 900 333 000 Gratuito 24h

Andalucía: Instituto Andaluz de la Mujer Sede Sevilla. Tfno. 955 034 908 Sede Málaga. Tfno. 951 040 847

Aragón: Instituto Aragonés de la Mujer -Zaragoza. Tfno. 976 445 211
Asturias: Instituto Asturiano de la Mujer Oviedo. Tfno. 985 106 717
Baleares: Institut Balear de la Dona -Palma de Mallorca. Tfno. 971 17 65
Canarias: Instituto Canario de la Mujer -Santa Cruz de Tenerife. Tfno. 922 477 104
Cantabria: Dirección General de la Mujer - Santander. Tfno. 942 221 433
Castilla-La Mancha: Dirección General de la Mujer -Toledo. Tfno. 925 267 200
Castilla y León: Dirección general de la Mujer -Valladolid. Tfno. 983 413 955
Cataluña: Institut Catalá de la Dona - Barcelona. Tfno. 934 951 600
Ceuta: Consejería de Salud Pública, Bienestar Social- Ceuta. Tfno. 956 528 200
Comunidad Valenciana: Dirección General de la Mujer -Valencia. Tfno. 963 985 600
Euskadi: Instituto Vasco de la Mujer / Emakumearen Euskal Erakundea Vitoria-Gasteiz. Tfno. 945 132 613
Extremadura: Dirección General de la Mujer Badajoz. Tfno. 924 381 222
Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) : Madrid Comisión de la Mujer
Tfno. 913 643 700
Galicia : Servicio Galego de Igualdade Santiago de Compostela. Tfno. 981 545 351
La Rioja: Dirección General de Servicios Sociales -Logroño. Tfno. 941 291 100
Madrid: Dirección General de la Mujer -Madrid. Tfno. 914 208 620
Melilla: Consejería de Educación y Mujer -Melilla. Tfno. 952 681 950
Murcia: Secretaría Sectorial de Mujer y de la Juventud -Murcia. Tfno. 968 366 629
Navarra: Instituto Navarro de la Mujer -Pamplona. Tfno. 948 206 604

11 mar 2011

Las Mujeres que Amaban Demasiado - Robin Norwood-

No, no es una secuela de la trilogía de Stieg Larsson, aunque podría. Una asociación femenina de Ibiza, autodenominada 'Mujeres que aman demasiado' pretende alertar a las ciudadanas de la Isla de los peligros que supone querer a otra persona cuando este concepto "significa sufrir" .

El perfil que retratan es chocante. "Son mujeres 10" dice su presidenta, con recursos, inteligentes, competentes y tienen éxito en su vida profesional. Pero tienen una debilidad, los hombres problemáticos "a los que creen que pueden ayudar y cambiar" porque se sienten "capaces de todo".

Una vez dentro de la relación la cosa cambia, ya este tipo de mujeres se ven atraídas hacia relaciones de pareja destructivas, que funcionan como una adicción.

Según la teoría de la terapeuta norteamericana R. Norwood, que fue quien ideó el llamado HYR (Síndrome de las Mujeres que Aman Demasiado en sus siglas en inglés) y que constituye la base de esta asociación, este síndrome está constituido por un conjunto de ideas, sentimientos y comportamientos que conforman un patrón emocional elaborado en la infancia y que se ha hecho inconsciente. Las mujeres con este patrón emocional sufren una falta de autonomía emocional derivada de su inseguridad y una enorme necesidad de ser amadas. Además es algo que afecta a todo tipo de féminas, sin distinción social, profesional o ideológica.

Una manera 'insana' de querer

En este sentido, la portavoz de la entidad destaca que "las mujeres pensamos que es normal sufrir por amor", pero esta situación puede llegar a acabar con el bienestar de la persona y supone "una manera insana de querer", matiza.

Una de las principales aspiraciones de este grupo es convertirse en un medio de prevención de la violencia de género, ya que "si el patrón emocional de las mujeres con este perfil emocional progresa y se dan las situaciones concretas de violencia. "Pueden padecer malos tratos porque sueñan con salvar al hombre que 'aman' y justifican la ira, la crueldad, la indiferencia, la deshonestidad o la adicción de sus parejas como si fuese una 'prueba' de amor" explican en su blog.

Entre otras cosas, creen que es posible el cambio y que de ellas depende y viven en una continua ansiedad, donde el pan de cada día es el esfuerzo por entender, cambiar o lograr la atención del hombre 'elegido' y "quedan pegadas" a lo que no funciona, ni las hace felices.

El País

10 mar 2011

Es difícil imaginar los mecanismos de defensa, tolerancia y adaptación de personas que reciben violencia física. Si llegados a este extremo, las víctimas son capaces de "amar" y " exculpar" a sus agresores en estos términos, es fácil suponer, que la violencia psicológica o verbal, sea tan dificil de detectar y multiplique de forma considerable el siguiente síndrome.

Sindrome de adaptación paradójica a la violencia doméstica

En muchos casos puede observarse que tanto mujeres de perfil social considerado más independiente como aquellas otras de dependencia más ligada a un núcleo familiar del tipo que sea, comparten la reacción paradójica de desarrollar un vínculo afectivo gradualmente más fuerte con sus agresores, llegando al punto de asumir las excusas esgrimidas por el agresor tras cada paliza y de aceptar sus arrepentimientos, retirar denuncias policiales cuando han tenido un momento de lucidez y las han presentado, o detener procesos judiciales en marcha al declarar a favor de sus agresores antes de que sean condenados.El síndrome de Estocolmo es un conjunto de reacciones psicológicas observadas en personas sometidas a cautiverio mediante las cuales las víctimas acaban manifestando una paradójica adhesión a la causa de los secuestradores, estableciéndose cierto tipo de procesos de identificación entre rehenes y captores e, incluso, desarrollándose lazos afectivos y de simpatía en el marco del contexto traumático del secuestro. En muchos aspectos, es posible establecer un paralelismo muy claro entre la emergencia de vínculos paradójicos en experiencias de personas sometidas a secuestro y en mujeres que sufren violencia en la intimidad, a modo de un Síndrome de Adaptación Paradójica a la Violencia Doméstica.


Igual que las personas en períodos prolongados de aislamiento durante un secuestro, las mujeres maltratadas sufren una exposición constante al miedo que provoca la agresión física continuada en su espacio íntimo. Los iniciales estados agudos de ansiedad se cronifican pasando a generar cuadros depresivos que se unen a las claves traumáticas del escenario de violencia para producir una configuración en donde la mujer, cada vez más aislada del mundo seguro que conocía junto a su pareja íntima, comienza a perder la noción de una realidad que ya no reconoce. La ruptura del espacio de seguridad en su intimidad, consecuencia de la conversión de su pareja de referente de seguridad y confianza a fuente de agresión y peligro, será el eje de desorientación sobre el que pivotará la incertidumbre acerca de cuándo y porqué se producirá la siguiente paliza. La mujer, ante estas perspectivas, pierde la capacidad de anticipar adecuadamente las consecuencias de su propia conducta y cede, cada vez más, a la presión de un estado de sumisión y entrega que le garantiza unas mínimas probabilidades de no errar en su comportamiento. El agresor mostrará momentos de arrepentimiento que contribuirán aún más a desorientar a la víctima y a incrementar la auto-culpabilización de la mujer. La incapacidad de la víctima para poner en práctica recursos

propios u obtener ayuda externa para disminuir el riesgo de agresión impulsará a la mujer a adaptarse, vinculándose paradójicamente a la única fuente que percibe de acción efectiva sobre el entorno: su pareja violenta. Para ello, disociará las experiencias negativas de las positivas y se concentrará en estas últimas, asumiendo la parte de arrepentimiento de su agresor, sus deseos, motivaciones y excusas, y proyectando su propia culpa al exterior de la pareja, protegiendo así su debilitada autoestima y modificando su identidad. Después, cada una de las percepciones e informaciones que reciba la mujer pasarán por el filtro del nuevo modelo mental que ha asumido para explicar su situación, complicándose en gran medida las probabilidades de extraer a esa víctima del entorno de violencia. En mujeres con relaciones personales muy limitadas al espacio doméstico, cuyas oportunidades de intercambio en otros ámbitos estén restringidas, la percepción de su espacio vital puede ser bastante similar a la de un cautivo.

El Síndrome de Adaptación Paradójica a la Violencia Doméstica es, pues, un proceso generado por el miedo, potenciado por el aislamiento y la carencia de apoyo externo perceptible, y mantenido por ciertos estilos de personalidad en la víctima.

Andrés Montero Gómez
Presidente de la Sociedad Española de Psicología de la Violencia (http://www.sepv.org)
Miembro de la International Society for Research on Aggression
Psicólogo Clínico. Investigador en la Universidad Autónoma de Madrid

Actuación de la persona maltratada

(* Insisto en que lo textos aquí expuestos no son opiniones personales, están sacado de diversas fuentes)

El perfil de la víctima de malos tratos
No existe un perfil si tenemos en cuenta que cualquiera puede verse en esta situación. Lo que sí se ha observado es que las mujeres que pasan por ello cuentan con unas características, bastante parecidas.

Hay mujeres con una mayor tendencia a caer en las redes de una relación violenta o dominadora y que en sucesivas relaciones “suelen dar” con hombres que las vuelven a maltratar.
La mujer que se encuentra bajo la tiranía de un hombre violento, se percibe sin posibilidad de salir de la relación, piensa que su marido es casi un “Dios todopoderoso”, perciben el mundo como hostil y cree que no va a poder valerse por sí misma.
El abuso emocional hace que se vea como inútil, tonta, loca, fea, sosa, gorda... duda constantemente de sus ideas y percepciones.

La mujer oculta lo que la pasa, y si el maltrato es únicamente psicológico, es difícil que se de cuenta de lo que la está pasando. En su casa es sumisa, pero tiene explosiones esporádicas. A veces puede llegar a tener reacciones muy exageradas ante cosas nimias.

El maltrato, al no ser continuo, sino intermitente, de castigo y refuerzo, crea una dependencia muy fuerte en la mujer.

En general, aunque siempre hay matices y podemos encontrar varias tipologías, incluso mezcladas, podríamos decir que hay dos tipos muy sintomáticos de mujeres:

TIPOLOGIAS

1º) Las que han sido educadas con más responsabilidades de las adecuadas a su edad. Son mujeres que se vuelcan en los demás. Son felices dando y nunca dan bastante, si algo falla en la relación, entonces es porque no han dado bastante y dan más. Tienen un fuerte sentido del deber y de la responsabilidad y consideran que la felicidad de los otros está siempre por encima de la suya. Si en algo creen haber fallado se culpabilizan a sí mismas hasta el sufrimiento.

¿Con qué tipo de hombre se emparejará más habitualmente?

Con un hombre de apariencia débil, desdichado, que necesite ayuda... Ella será entonces la mujer de su vida, la que le va a salvar de su desdicha. La relación girará en torno a las necesidades de él. Ella abandonará todo por él. Una vez sometida comenzará la espiral de violencia. Esta violencia que surge creará sentimientos de culpa en la mujer que pensará que ella no le satisface en sus necesidades. Ella pensará que la maltrata porque se siente mal, no porque sea malo.

2º) Las mujeres que han sido excesivamente protegidas durante su infancia. No se las ha enseñado a ser independientes, por tanto buscan un hombre que las proteja. Un hombre protector y fuerte que tome decisiones por ellas.

¿Con quien se emparejará de una manera más habitual?:

Con un hombre protector, posesivo, celoso, un hombre que afirmará cosas como que sus amigos no la convienen porque la explotan, que su familia nunca la ha querido, que él si que la ama como nadie. La mujer se sentirá protegida entonces por este hombre que va a salvar su vida.

Fuente Federación de Mujeres Progresistas

9 mar 2011

Por desgracia, la gente no cambia y los problemas, complejos, miedos e inseguridades, se agudizan con el tiempo al igual que las reacciones que generan.


CONDUCTAS AGRESIVAS


La familia constituye el lugar donde los seres humanos aprendemos a relacionarnos con los demás e incluso con uno mismo. La agresividad como conducta en muchos de los casos, corresponde a una característica aprendida desde pequeños en el hogar, ya que las relaciones que se dan y los comportamientos presentados por la familia, ejercen una influencia en su generación y mantenimiento.

Cuando somos pequeños, muchas de las conductas que van a ir conformando una personalidad agresiva, son apoyadas y aplaudidas por los demás, en ocasiones de manera directa y en ocasiones indirecta, con comentarios como “eso es no te dejes”, “tú eres más fuerte”, “si te la hacen que te la paguen”, etc., en esos comentarios el niño va conformando una sensación de placer al obtener la aprobación de los demás, adicionalmente, estas conductas le son validad también como mecanismo de defensa para lo que el niño considera agresión, real o ficticia.

Estos comportamientos se van anidando hasta que los niños crecen con ellas formando parte de su conducta habitual, al llegar la adolescencia y posteriormente al ser adultos, los conflictos por estas conductas se van agudizando y conllevan serios problemas en las relaciones personales, que pueden generar conductas antisociales, alcoholismo, dificultades en la adaptación al trabajo y a la familia, y en una gran mayoría los conflictos se van a presentar al interior de la relación de pareja.

En una mayor proporción son conductas que presentamos lo varones, pero actualmente, sabemos que también las mujeres presentan conductas agresivas, que si bien son un tanto encubiertas, también las son violentas, es como la fábula del lobo disfrazado de oveja.

Las conductas agresivas son un modo de actuar de una persona que nos reflejan su incomodidad, su insatisfacción, y muchos otros sentimientos que en su mayoría son mal canalizados o mal aprendidos, ya que las reacciones ante lo que no les gusta, la mayoría de las ocasiones son desproporcionadas con respecto al problema original, esta desproporción es como ver las cosas en una magnitud demasiado alta como para solucionarlos y la respuesta automática se traduce en un insulto, desprecio, crítica, golpe, amenaza y otras tantas conductas que se catalogan como violencia física, verbal, psicológica, sexual, etc; todas ellas son conductas que buscan el castigo de la otra u otras personas.

La conducta agresiva se caracteriza por:

• Gritos.

• Molestar a otros integrantes de la familia.

• Mostrarse iracundo o resentido.

• Pleitos.

• Accesos de cólera.

• Dejar de hablarle al otro o los otros.

• Actos de desobediencia ante la autoridad y las normas sociales.

• Amenazas verbales y físicas.

• Daños a cosas materiales.

• Deterioros en la actividad social y académica por episodios de rabias.

• Discusiones con las personas cercanas o de la familia.

• Forzar situaciones económicas.

• Relaciones sexuales forzadas.

Estas características se presentan frecuentemente, tienen una intensidad cada vez mayor y la duración del malestar va también en crecimiento, es por esto que en muchas ocasiones, nuestra pareja o amigos nos empiezan a parecer personas desconocidas, ya que al principio eran muy diferentes y al paso del tiempo se van agudizando los síntomas de la violencia.

Adicionalmente, si la persona violenta ha tenido malas experiencias, problemas laborales, falta de dinero, etc., considera que su actitud esta justificada por eso y no se da cuenta que muchos de los problemas y fracasos son ocasionados por su actitud.

La personalidad de una persona agresiva siempre presenta los siguientes síntomas o características.

• Altamente impulsivos.

• No consideran sus experiencias para modificar su conducta problema.

• No logran la satisfacción.

• Baja tolerancia a las frustraciones.

• Tienen conductas de agresión sin motivos

• Tienden a aislarse o a refugiarse en conductas nocivas como el alcoholismo, la droga, el tabaquismo, etc.

Los diversos estudios que se han realizado no dicen que las causas de la agresión son múltiples, y las justificaciones teóricas de esto son principalmente:

• Conductas de origen biológico. Se apoyan en:

1. Una disfunción de los mecanismos inhibitorios del sistema nervioso central

2. El surgimiento de una emocionalidad diferente y

3. Efectos de los andrógenos sobre la conducta de los humanos.

• Las teorías psicológicas que consideran la existencia de factores innatos en el individuo que lo llevan a presentar una conducta agresiva. Es una búsqueda de placer, es un instinto primario (destrucción o muerte).

• Las teorías del aprendizaje, que son en las que se desarrolla el concepto de la familia, el origen y desarrollo de la personalidad.

Numerosas teorías psicológicas plantean que la agresión, es un patrón de respuestas adquiridas en función de determinados estímulos ambientales (familiares) según una variedad de procedimientos; algunos de ellos son:


• La agresión adquirida por condicionamiento clásico por el uso de los premios y castigos para moldear la conducta. Ellis (1986).

• La agresión aprendida socialmente a través de la observación. Bandura (1986)

• La teoría de Aprendizaje de Skiner (1952), que evidencia que la agresión es adquirida por condicionamiento operante.

• Maslow (1964) da a la agresión un origen cultural “es una reacción ante la frustración de las necesidades biológicas o ante la incapacidad de satisfacerlas”.

• Mussen y otros (1990), nos dicen que la agresión es resultado de las prácticas sociales de la familia y que los niños que emiten conductas agresivas, provienen de hogares donde la agresión es exhibida libremente, existe una disciplina inconsistente o un uso errático del castigo.

Las personas vamos modelando las conductas a partir de dos modelos originales, papá y mamá, o las personas que son las encargadas de la crianza, ya que vamos aprendiendo el rol a través de la observación de las conductas de los padres y llegamos inconscientemente a comportarnos de la misma manera, ya que el niño no tiene en sus primeros años la capacidad de discriminar entre lo que es sano y no sano y adopta la conducta hasta convertirla en algo natural para él.

Esto se llega a convertir en el comportamiento natural, ya que, al relacionarse posteriormente con otras personas, las conductas van a darle una utilidad y si además son alentadas como mencionamos anteriormente, mas naturales le parecerán. Adicionalmente, sobre todo en las épocas de escuela, la convivencias en muchas ocasiones se torna cruel entre los niños y la violencia en muchos casos es usada como un escudo de protección que se usa para la convivencia con los iguales, sin profundizar en el tema, podemos decir que estos son parte de los componentes del sistema que se basa en el machismo, autoritarismo y sexismo predominante del varón sobre la mujer.

Es por esto que la unión de la pareja en muchas ocasiones se convierte en el lugar propicio para la violencia, ya que en el proceso de crecimiento y socialización, los padres ejercen una influencia directa sobre sus hijos a través de su ejemplo, lo cual según el aprendizaje social nos dice que los niños aprenden formas de comportarse en base al comportamiento de sus padres y repitiendo las conductas hasta convertirlas en las conductas naturales para la persona.

Entonces, si la violencia se trae desde la infancia que se debe hacer en el caso de convivir con una persona violenta.

• Lo primero es no enfrentar, ya que eso agudiza los conflictos

• No permitir el abuso, ya que eso va a generar la costumbre

• Si es grave, denunciar

• Si es factible apoyar en la terapia para el violento

• No aconsejar en momentos de crisis

• Buscar el compromiso de atender el problema en periodos de tranquilidad

• Si la tranquilidad ya no existe, ponerse a salvo.

• Estimular la confianza.

• Tomar en cuenta la recreación como parte de la vida.

Establecer en el hogar de forma clara y precisa, los deberes y derechos de cada uno de los integrantes de la familia y exponer la responsabilidad de asumir las consecuencias de los actos cometidos.

Este tipo de conductas requieren de un tratamiento serio y profundo, ya que aunado a los factores de personalidad, se suman las maneras estresantes en que ahora vivimos, esto hace que la persona pierda el control y con consejos o lecturas no se le puede ayudar mucho. Así que lo mejor es recurrir a un especialista sobre todo que maneje la Terapia Cognitiva, para que a través de la intervención de los procesos cognitivos (pensamientos) de la persona, se aclaran conceptos, se derroten mitos, se incluyen visualizaciones, programación neurolingüística, hipnosis, etc. Hasta lograr una mejor manera de vivir y convivir con los demás.

8 mar 2011

Violencia sutil

No voy a hacer una tesis puesto que voy a fusilar textos ( me perdone la SGAE y los autores) pero la información es importante, es necesaria y siempre hay alguien que puede aprovecharla. Me comprometo desde hoy a buscar y subir información sobre un tema que, en cierto modo todos hemos vivido. Dónde está el limite, hasta dónde puedes llegar tú y hasta dónde te dejo llegar yo?????... Es cierto que no hay más ciego que el que no quiere ver, ni más sordo que el que no quiere ori, pero si alguien entra aquí, es de forma voluntaria, no voy a emitir juicios de valor, quiero ser objetiva y simplemente " acercar" información vertida por especialistas, gente que ha dedicado mucho tiempo de su vida en estudiar teórica o empíricamente lo que aqui queda.

AGRESIVIDAD VERBAL:

El maltrato psicológico se suele manifestar como un largo proceso en donde la víctima no aprecia cómo el agresor vulnera sus derechos, cómo le falta al respeto, la humilla y la víctima va progresivamente perdiendo autoestima y seguridad en sí misma.


El inicio es variable, depende de las personas que configurarán la relación y de circunstancias diversas. Unos maltratadores comienzan en el noviazgo a dar muestras de señas de violencia psicológica, otros empiezan a mostrar algunos signos tras el embarazo del primer hijo o de repente sin haber una señal propiamente dicha la persona es otra para su pareja o los que le rodean.

En el caso de parejas hay una etapa de atracción o enamoramiento en la que la víctima no se da cuenta de ciertas señales que no pasarán desapercibidas para otros. Desde un control de la imagen, un sentido de posesión exagerado o ciertas señales que conviene hacer patentes para que la víctima no se vaya sumergiendo en una situación de caos e indefensión.

Casi todos reconocemos los insultos, las continuas comparaciones para descalificarnos, el tono de voz duro y desagradable, un volumen alto con el ejemplo clásico de los chillidos y gritos, la mirada fija, la risa sarcástica y sabemos distinguir una cara de asco cuando nos hablan. Estos signos a los que restamos importancia van provocando en nosotros malestar interno y profundo.

Es interesante analizar los aspectos no verbales y no quedarse meramente con el mensaje que nos llega de nuestro interlocutor. A veces hay esposas y esposos que se sorprenden de lo que ha sucedido porque han pasado por alto este aspecto tan importante de la comunicación. Sólo notaban cierta desazón tras una frase como un te quiero. No analizaban los gestos y su incongruencia con el mensaje trasmitido.

Frente al maltrato psicológico hay una serie de respuestas adecuadas que pueden limitar el incremento de la respuesta agresiva de nuestro interlocutor o si no al menos, serán alarma que nos avisarán qué lo mejor es marcharse. Este tipo de respuestas se suelen aprender en sesión clínica de cara a afrontar la ruptura y rehacer una posible vida nueva de pareja.

En las siguientes líneas se muestran ejemplos de esa comunicación que vulnera nuestros derechos básicos y qué a la larga merman nuestra autoestima:

· Moralización: Es una forma muy sutil de control. La persona se cree dueña de la verdad absoluta y juzga a los demás con su baremo. Lo hace con palabras paternalistas, desde el prisma es que es una persona respetable. "Una buena esposa es la que da placer a su marido aunque no le apetezca, así que vete preparándote"."Un buen padre debe velar por sus hijos, y si pienso que debes estudiar medicina en vez de dedicarte a la pintura lo hago por tu bien".

· Interpretar: Este tipo de comunicación supone que la persona que habla hace una lectura de pensamiento del otro. "No vas a dormir conmigo porque estás vengándote de lo de ayer". "Seguro que piensas que no soy capaz de hacerlo yo sola".

· Tergiversación: El receptor sospecha de la intención del emisor y reacciona como si éste fuera a criticarlo. Ante la frase: "Hoy la comida está buena" la respuesta agresiva sería: "Quieres decir suelo cocinar mal, ¿no es eso?".

· Interrogar: La persona agresiva se dedica a preguntar en plan policiaco. Muchas veces está el tema de los celos como tema de este tipo de preguntas. "¿Puedes darme una buena explicación por la qué entienda yo que has llegado a las 17:35 y no a las 17:30 como quedamos?¿No te estarás viendo con esa?¿Qué?¿Es buena en la cama?".

· Mandar u ordenar: Imaginemos por un instante que nuestra pareja tiene la costumbre de mandar hacer o lo que es lo mismo, de ordenar. Una persona normal se dará cuenta de qué él otro podría hacer muchas cosas que delega y lo qué es más molesto, es la forma de expresión tan negativa añadiendo a ello una creencia de superioridad implícita. Frases cómo: "Quiero que me planches los pantalones con raya, cómo a mí me gustan, ¿es qué tu no sabes nada?". El maltratador piensa que el respeto de los demás se obtiene de esta forma, sometiendo a la gente a su voluntad y la mayoría de las veces no practica con el ejemplo, es decir le gusta que le hagan pero no le gusta hacer.

· Imponer soluciones: El individuo toma la decisión sin consultar a los demás miembros de la familia o a la pareja. "A mí me apetece ir a Madrid en vacaciones, así qué para qué hablar más. Lo he dicho yo y basta"."Donde manda patrón no manda marinero".

· Criticar: Existen dos tipos de crítica, la constructiva o sugerencia y la crítica destructiva. Nos centraremos en esta última, que provoca un malestar en la persona que la recibe. La primera sirve para buscar una solución, la segunda se basa en la confrontación. "Si no fueras un calzonazos, ya tendríamos la casa en la Sierra y yo no tendría que trabajar"."Eres una pesada, todo el día hablando de tu madre.¿Te he hablado alguna vez de mi familia sin qué me lo preguntaras?".

· Ridiculizar: Burlarse del otro en algún aspecto. "Te molesta qué bailé con Alberto, tu compañero de trabajo en la cena, ya? pero sí tú eres un pato mareado y además no te gusta bailar, en cambio él es como Fred Astaire y yo me siento como Ginger en una de sus películas. Mira el vestido que me compré, ¿crees qué estando sentada contigo, un patoso con cara de payaso, me iba a poder lucir en la fiesta de tu empresa?".

· Despreciar: Menospreciar al otro individuo. "¡Eres una inútil, no haces nada a derechas!". "Una chica tan estrecha, me estás haciendo perder el tiempo".

· Reprender: La persona en vez de sugerir cambios, directamente critica de forma destructiva: "La tortilla es una bazofia, está intragable, eres malísima cocinando y me tienes harto, parece que lo haces aposta. Mi madre, esa sí qué sabe".

· Amenaza o coacción: En el maltrato psicológico que lleva años es muy típico encontrar que el agresor o agresora amenaza o coacciona si no se cumple algo con hacer o dejar de hacer algo. Es bueno recordad que el Código recoge la figura de las amenazas y coacciones cómo delito, esto muchas veces se pasa por el calor de la discusión. "Si me abandonas, te mato". "Cómo no calles a ese asqueroso mocoso, le parto la cara".

· Culpabilizar y hacerse la víctima: Este fenómeno es muy corriente. El agresor proyecta su agresividad en la víctima y se percibe como inocente. "Ella me provoca, soy un hombre y debo responder así, si la pego o me enfado es porque me saca de mis casillas, ella se lo ha buscado. Es la verdadera culpable, además una paliza o qué la pongan en su sitio le viene bien".

· Pseudoaprobación: La persona aparenta comprensión pero deja un poso de culpabilidad en la persona que la escucha?Sí es cierto qué tu madre está en el hospital, lo entiendo, sé qué la quieres, bueno? y está su marido, qué esa es "aquí te espero, estaré solo, esperándote, echándote de menos para que me hagas la cena, pero lo entiendo, ella es lo primero para ti. Vete cariño".

· Tranquilizar: La persona tras haber hecho algo malo, tiende a indicar qué la otra está nerviosa, qué no controla sus emociones y ella le pide qué se tranquilice, demostrando lo buena persona qué es. "Sí, estaba con Ana en la cama, tranquilízate, estás histérica...si no es para tanto. Te sentirás mejor cuando me vista y nos vayamos a casa, tranquilízate. Te pones nerviosa por tonterías.".

· Retirarse: Hay un tipo de agresividad que se caracteriza por la pasividad, por la falta de compromiso para arreglar la situación. "Me molesta verte así, me voy no sé cuándo volveré. No te molestes en esperarme, a lo mejor ni vengo en varios días". Se trata de una respuesta pasivo-agresiva muy difícil de rectificar en la persona que elude el conflicto. Imaginemos que hablamos sobre un tema importante y de golpe el otro sin dar una explicación.

La agresividad verbal puede ser muy sutil o en cambio puede ser el típico repertorio de insultos. Se puede hablar de agresividad cuando la forma de hablar casi siempre es para desvalorizar al otro, no por un insulto aislado.

El problema cuando se detecta deberá consultarse a especialistas para que se tomen las medidas oportunas. Al ser un tipo de conducta muy difícil de probar requeriremos la actuación de profesionales si se decide una ruptura no conciliatoria.

Es muy importante el apoyo de psicólogos especializados en temas de pareja, maltrato o victimiología. Será preciso descartar la posibilidad de que la autoestima se haya deteriorado o qué aparezca un cuadro psicológico derivado de este tipo de relación negativa.


Vega Funes Martínez

¿como hacer entender al adulto que tiene un problema?.

Decir a tu pareja que está gorda/o, que nunca recuperará la figura, que nunca se volverá a poner la ropa que se ponía antes, hacer comparaciones con otras mujeres/hombres del entorno de la pareja, que tiene un cerebro de ratón, que es una persona tan básica que solo es necesario enseñarle un trapo rojo, y esto sin olvidar los gestos de altanería.

Las frases y gestos del MALTRATADOR/A son continuos e interminables de enumerar y puede durar años la situación. La víctima suele disculpar continuamente a este perfil de individuo, con lo cual solo puedo pensar que la víctima o tiene una tolerancia sin límite o tiene también un problema, este problema con frecuencia puede ser LA DEPENDENCIA EMOCIONAL, pero ese es otro tema

La Educación de los Niños- los hijos hacen lo mismo que los padres

7 mar 2011

Una carta para Evelin

Cuando llegué, todo el peso del mundo y la compostura contenida cayeron sobre mi como una losa, me pasaba cada vez que volvía, no podía comer, no podía dormir, sólo beber para mitigar el dolor y la impotencia, abrí mi correo y encontré esta carta:

" Abre los ojos !!! grito desde lo más profundo de mi interior, detrás de esta calma aparente, mi alma está en guerra. Hay muchas formas de malos tratos y tú, estás dentro de una de las peores, la que no deja marcas aparentes, la menos evidente pero todo se cumple, egoismo, agresividad, aislamiento... A veces, en la distancia, pienso si estaré exagerando hasta que lo presencio una vez más, otra típica escena y tengo que callar, nos tenemos que callar pero ya no puedo más, no lo soporto, quizá si estuvieras en mi lugar, lo verías tan claro como yo, como todos los demás lo ven. Siempre creí que nuestro amor era inquebrantable, que nunca nada ni nadie nos separaría y que no seríamos comos los demás pero me doy cuenta de cómo mi odio por él y es más grande que el amor que siento por tí. Dios!!!! no sé que debo hacer, no sé que puedo decir para ayudarte, sólo espero que un día, seas tú quien lo vea, hasta entonces estaré aqui para tí pero sólo para ti.

Sé que cuando leas esto te vas a hundir pero no puedo protegerte más de mi sinceridad y de mi pasividad porque acabaría siendo cómplice de tu mal. Daría la vida por tí, te quiero más que a mi vida, te quiero en ella hasta el fin de mis días pero a él no, desde este momento le saco de ella, le sacamos de ella como ya hicimos una vez y para siempre, ahora tengo que protegernos de esto que nos está haciendo tanto daño y desgraciadamente es la única manera, no renunciaré nunca a ti, esta es tú casa, nosotras somos tu familia, siempre, no lo olvides, pero no puedo seguir aparentando que todo está bien, no creo que te esté queriendo más por hacerlo, no me lo puedo permitir.

Abre los ojos, vuela, sé libre, como siempre has sido, se tú, sin broncas, sin malas palabras, sin egoismo, se tú, nunca volverás a estar sola, tienes cuatro razones de peso para hacerlo. Te quiero"