La inspiración es breve y no tiene memoria, caprichosa, más vale que te pille con papel y boli o no vuelve, al menos como la primera vez, esa que te gustó, la exacta.
No siempre tenemos algo que decir o contar y pocas veces, aun teniéndolo, sabemos como hacerlo y en realidad, es tan importante como el contenido, directamente lo modifica. Es una simple reflexión que no lleva a ningún lado, supongo, pero creo que lo suficientemente importante como para hacérselo entender a un niño.
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